jueves, 1 de mayo de 2014

Mi rincón entre naranjos

Aquí la que escribe es más de asfalto que el cemento, pero la genética tira mucho... Y es que es llegar al Huerto de mis padres y moi está más feliz que una perdiz entre naranjos (es lo que tiene ser hija de un economista que iba para ingeniero agrícola).

Los taconcitos se quedan arrinconados para dar paso a sandalias y a  mis converse... que le vamos a hacer!

Hoy os quiero enseñar un espacio muy especial para mi: mi habitación en el huerto, con dos preciosos ventanales cubiertos con rejas antiguas de los años 30 pintadas en un malva muy suave que me permiten despertarme y ver solo naranjos, naranjos y más naranjos.... Este es mi modo "off" cuando estoy en el campo.


rejas antiguas y con vistas


Mis padres viven medio año en la ciudad y el otro medio entre nuestros naranjos, por lo que no necesito hacer mudanzas de ropas ni de libros ni de nada porque está todo repartido entre allí y mi piso en Valencia, claro!

Esta habitación es más importante para mi que la del piso de mis padres ya que he pasado tantas veladas de buen tiempo leyendo, charlando con mis amigas, con mi Mr. B, acurrucada con mi mami... Y del día que me casé con Mr. B. porque aquí me vestí y salí del huerto vestida de novia años 20, como los apliques de mi habitación.



Desde el borde de la cama veo mis dos ventanales
Apliques antiguos de los años 20

Son tantos buenos recuerdos que siempre que llego, lo primero que hago es subir a mi cuarto que tan bien huele siempre y ver el precioso papel pintado que tardaron 5 años en encontrarlo (que murga di...) porque lo vi en un libro de decoración inglés y volví loca a mi querida Vicen de Bagatelas hasta que dio con el "dichoso" papel pintado a mano.

El papel de flores y cortinas de encaje de IKEA

Os dejo unas fotos a ver si os resulta tan cálido, acogedor y romántico como a mi.

En otro post os cuento la historia de los papeles pintados de mi casa de Valencia (solo he de decir que la pobre Vicen se jubiló tras dar con los que queríamos...pero a ella siempre le ha encantado que le mareara así).

Un beso y sed felices (y feliz puente a los que tengáis).

maria.

Mi mesita con libros y con una de mis matrioskas


Espejo veneciano del pasillo donde se refleja mi espacio

cerillas de matrioskas traídas de Praga

mi cerdito gigante del ahorro, regalo de Mr. B

Vistas de mi techo abuardillado y un trocito de mi armario-vestidor

mi libreta de anotaciones que se vino conmigo de París, siempre a los pies de mi cama

macro-cojín de hilo bordado por mi bisabuela que se llamaba también Maria




los naranjos de mi papi, Don B.

batiburrillo de libros y mapas en mi mesita

1 comentario:

  1. No he podido resistir comentar este post... Hablas del día de tu boda. Yo lo recordaré siempre. Recordaré también los días previos a la boda y lo bien que lo pasamos todos preparando cada detalle, (entre ellos, tu habitación) para que ese día fueses la novia más feliz... ¡Creo que lo conseguimos! Es un huerto muy muuuy especial, casi tanto como las personas que viven en él <3

    ResponderEliminar